lunes, 20 de octubre de 2008

A VECES

A veces pienso que te tengo,
Otras que eres mía.
A veces siento que estoy vivo
Pero despierto y es mentira.

A veces siento que apareces de la nada
Otras que te busco,
A veces me desmorono sin culpa
Rendido tras la huellas del camino,
A veces te tengo aquí en mi pecho,
Otras solamente te olvido,
A veces estas en medio de mis ojos
Y te veo, y no lo entiendo.
Las palabras se me esfuman
Como si se la llevara el viento.

Trajino por la calles,
sin sentido alguno.
Rebuscándote en cada estrella
Juntando una y mil constelaciones
A ver si encuentro tu risa
Y cuando la encuentro al fin,
Me sonrojo,
La miro, y sigo
Sin más que esperando el mañana
Para tomarte poco a poco,
Y sentirte cerca,
Amiga mía.

Quizás el tiempo no vuelva,
O los dichos se pierdan,
Quizás la obscuridad nos inunde,
Nos rodee, nos aleje,
Pero aun así
Yo siempre estaré para ti.
Devolviendo segundos a los minutos
Escribiendo cada frase que sale de tu boca
Para que el tiempo no la olvide
Y los años no la pierdan.
Tomando tu luz,
Cada pedacito de tu ser que me ilumina
y transformándolo mi guía.

Quizás mañana sea tarde
Tal vez muy temprano,
El mundo cambia
Ya son 20 y no 19
Las penas son parte nuestra
Así como las alegrías
Que espero llegar a compartir con tigo,
Todo pasa, así como el canto de un pajarillo todo pasa,
De pronto estas llena de ellas,
Y otras veces ni las sientes.
Hay tanto por recorrer tantas decisiones por tomar,
Que, no lo sé,
Dame una salida.

A veces lloro sólo por dentro
Y mis mejillas aun así se marcan,
A veces te toco y me estremezco,
Pero te miro y vuelvo a la calma.
A veces te pienso y con frecuencia
Y tu me dices que me amas
Y yo replico sin clemencia
Que eres la ilusión de mi alma.

Porque siempre en cada resquicio de mi
Terminas en medio de mis labios,
Aunque estos no te tocan
Se hacen agua,
Pero se alejan,
Te rehuellen,
Pero jamás te dejan.
Y es que prefiero vivir un tormento eterno
A morir a merced de tus lamentos.

A veces grito tu nombre
Mil veces sin vergüenza
Y luego escucho y la voz no me sale,
Es solo mi interior el que grita
Por ser algo más en ti,
A veces creo que estoy ido,
Otras simplemente perdido,
Que estoy preso del destino,
De sólo ser tu amigo.
Y luego miro a un costado de mi hombro,
Y extiendo mi mano,
A ver si la coges,
Pero tu no estás,
Y lo entiendo,
Y tu te vas,
Y yo me refugio en el recuerdo.

A veces pienso que estoy loco,
Otras que soy sabio,
En realidad ni siquiera sé,
Si voy en mi auto o cabalgando en mi corsario,
Otras prefiero no pensar, y aun así te siento,
Aún así mil cosas tuyas se me mezclan en la mente
Y despierto,
Paro, Y desvanezco.

A veces quiero ser el humo de tu cigarrillo
Otras el aumento de tu lente,
A veces simplemente,
Ser sencillo,
Ser claro,
Permanente.
Quizás el tiempo me demuestre,
Que no hice lo suficiente,
O tal vez que hice mucho,
Aunque tú puedes darme esa respuesta.

Préstame tu boca
Para darle algún sentido,
Y despertarla suavemente,
Y estrecharla en mis labios,
Y sorprenderla sin aviso, derepente,
Casualmente,
Y confundir su sabor dulce,
Con el mío, y pintarme de ella,
Y volverla mía.

Hoy puede ser un gran día,

Hay veces que despierto
Y te veo en la retina de mis ojos,
Y me siento libre, contento.
Otras claro naturalmente pienso
Que lo nuestro es un espejismo
Que cae por las noches y se refleja en uno mismo,
A veces caigo en un abismo,
Otras sólo de mi cama,
A veces pienso y es lo mismo,
Sentirte cerca o muy lejana.

A veces tomo de mi alcoba
Tu retrato y lo conservo,
Y lo contemplo,
Es perfecto……..,
Parece que los años se detienen justo al verte,
Y el producto de mis manos se hace cada ves mas fuerte.
A veces me desplomo desolado,
Desalmado en un desierto,
Pensando que estas con otro,
Cuando quizás no sea cierto.

A veces creo que la amargura
No tiene presupuestado verte,
Y es sólo la ternura la que se arrulla cerca de tu vientre.

Préstame tu cuerpo,
Para recorrerlo lentamente,
Sólo con el aliento de mi fuente,
Y atarlo de noche a mi cintura,
Y protegerlo de día con ternura,
y tatuar tu piel contra la mía,
y no soltarlo más;
y ahogarme en tu rocío,
y fatigarme en ti,
día a día, amor mío.

Seré un ángel bueno,
O un malvado,
Quizás sea tu amigo siempre
O tu eterno enamorado,
Tal vez sea duro como mármol,
O principesco como Arturo,
O quizás sólo un guarisapo
Que le basta con un beso
Para soñar en el futuro.

A veces pienso que te tengo,
Otras que eres mía,
A veces siento que por fin estoy viviendo,
Y me despierto y es mentira…,

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