Sobre la base de
un suspiro,
mis labios han pronunciado su sentencia,
han reclamado tus labios como míos,
y tus besos como parte de su esencia.
Sobre la base de un recuerdo,
mis labios te buscan en mis pensamientos,
y recrean para sí, el sabor de tus besos,
esos besos alocados e intensos…
Tu decías que hay besos que se dan con la mirada,
besos que se dan con furia loca,
besos cargados de pasión, que salen de la nada,
y que tantas veces nacieron de mis labios y tu boca.
Decías que mis besos eran sinceros,
que se parecían a la brisa que divagaba en tu sendero,
que eran el motivo de tu impaciencia y sosiego,
que eran el hogar de tus labios fugitivos,
aventureros por derecho, alocados por la edad.
Decías que mis besos eran solo tuyos,
y que mis labios, eran de tu propiedad.
Y que puedo decir yo de tus besos,
enigmáticos, indescriptibles en realidad.
Tus labios siempre fueron el misterio,
que día a día, creía descifrar.
Ahora sé que hay besos que se dan con la memoria.
Besos que por su importancia se vuelven eternos.
Besos que no queremos olvidar,
besos que hacen que tu cuerpo tambalee,
y que tu corazón comience a palpitar.
Besos fríos, que duelen,
besos tiernos, que tus sueños echan a volar.
Besos traicioneros, que engañan tus sentidos,
besos errantes, besos perdidos,
besos que nunca terminas de asimilar.
Besos que te quitan el aliento,
besos que renuevan tus ganas de luchar.
Besos como los tuyos,
que hacen que te enamores sin dudar.
Aun no sé por qué tus labios exiliaron a los míos,
O porque tu boca se cambio de morada,
Solo sé que mis besos se han quedado dormidos,
Esperando los despierte el roce de tu boca, a su llegada…